miércoles, 3 de diciembre de 2014

Reincarnation


Hará cuestión de dos semanas aproximadamente llegó hasta mis ojos una imagen algo inesperada y carente de sentido en la que Cara Delevingne -it girl del momento y hasta el pasado año ángel de Victoria's Secret- aparece caracterizada como Isabel de Baviera -Sissi para los amigos, ya me entendéis- junto al autor de la canción más repetitiva y happy de la pasada primavera representando al emperador Francisco José I, Pharrell Williams. El motivo se debe nada menos que a la promoción del tradicional desfile de la colección Métiers d'Arts de Chanel, de cuya historia hablaremos en otro momento.

Tras su responsabilidad de dar comienzo al aclamado desfile y su posterior publicación en diversos medios de comunicación llegó el momento en el que simples mortales como el servidor que escribe estas líneas pudieron observar, analizar e incluso espantarse con el pintoresco cortometraje para el que los protagonistas que la fotografía contigua emulaban a tales personajes de la historia europea. En el corto de no más de siete minutos de duración se representa la historia de la famosa petite veste por parte de la mismísima Gabrielle Chanel, inspirada en las chaquetas de algunos empleados en el prestigioso Schloss Mittersill. Hasta aquí todo bien si no fuera porque el botones adormecido es Pharrell Williams, la camarera un tanto chalada es Cara Delevingne y como si de una versión siniestra de Toy Story se tratara, los retratos se personifican a la media noche.


¿Qué sentido tiene la excelente caracterización y representación de los personajes si no concuerda con la historia que se pretende exponer? ¿Por qué el vals termina pareciendo una fiesta de lo más nigga en alguna calle perdida del Bronx al ritmo de CC The World? A excepción de la magnífica caracterización de Geraldine Chaplin como Mademoiselle Chanel, el resto es incomprensible y bastante inconexo. Por hoy, es todo.

© JESÚS GUERRERO VÁZQUEZ

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martes, 28 de octubre de 2014

¿Dior o Chanel? Tú decides

Como ocurre cada otoño desde que logro recordar, llegando a estas fechas que tanto me agradan comienzan a publicarse las tan esperadas campañas navideñas en todos y cada uno de los sectores de la industria que os podáis imaginar. Esto sería bastante irrelevante si no fuera porque junto a este bombardeo publicitario al que nos enfrentamos cada año -y que me encanta, la verdad sea dicha- nos encontramos con algunas joyitas como las que os mostraré hoy y muy pronto veréis casi a diario.

¿Alguien recuerda aquel grandioso anuncio de Chanel Nº5 protagonizado por una desesperada Nicole Kidman parando el tráfico en un frenético Times Square en busca del amor de su vida allá por el año 2004? El que para mí fue y es uno de los mejores anuncios de la historia de la televisión marcó la pauta para crear diez años más tarde otro mini-film similar, solo que esta vez de la mano del director Baz Luhrmann y protagonizado nada menos que por Gisele Bündchen, dejando atrás los comerciales que un día fueron protagonizados por grabaciones de Marilyn, Audrey Tautou o el propio Brad Pitt. En esta readaptación vemos como Gisele aparece surfeando en una elegante tabla de Chanel con su correspondiente traje de neopreno -sonando de fondo una renovada versión del clásico "The one that I want"- mientras su caballeroso novio la observa desde la distancia dejando finalmente un sobre cargado de emociones para su amada sin dejarle tiempo a salir del agua, siendo imposible para ella alcanzarle antes de su partida del lugar. Tras esto observamos como aparece en escena su pequeña hija, con la que está a punto de compartir momentos únicos frente al tocador donde la feminidad es la mayor protagonista. De este modo llegamos a un shooting en el que el tweed junto con diversas piezas de lo que nos depara la casa para la próxima primavera son los que acaparan todos los flashes junto con su portadora. Tras disponerse a abandonar la estancia ataviada con un fabuloso vestido negro recorre el puente de Brooklyn en busca de su enamorado, encontrándolo en el bar donde Lo Fang sigue interpretando el mismo tema con el que comenzó la historia. Una sucesión de secuencias que nos muestra la evolución experimentada por una firma, una mujer o en definitiva la vida misma utilizando minuciosamente el arte cinematográfico a través de metáforas tales como el nombrado puente de Brooklyn como ejemplo de las decisiones que a veces queremos o debemos tomar.

© Baz Luhrmann
© Baz Luhrmann
© Baz Luhrmann
© Baz Luhrmann
© Baz Luhrmann
© Baz Luhrmann
© Baz Luhrmann
© Baz Luhrmann
© Baz Luhrmann


Pasamos de admirar el presente de una mujer a pensar en el futuro de dicha mujer, o mejor dicho, a adorarlo. Mientras Nicole se fugaba con su pretendiente en Nueva York hace nada menos que diez años, una jovencísima Charlize Theron -para la cual no pasan los años- se despojaba de toda su indumentaria en su primera campaña para J'adore, el legendario perfume de Christian Dior. Como celebración por estos diez años de alianza entre la casa y la prestigiosa actriz, el director Jean Baptiste Mondino ha sido el responsable de llevar a cabo el proyecto de este nuevo anuncio en el que la protagonista escala hacia un futuro dorado.

"El pasado puede ser hermoso, un recuerdo, un sueño, pero no es lugar para vivir."

Con esta inspiradora frase nos transportamos a la galería de los espejos del Palacio de Versalles. Allí nos encontramos con Charlize irrumpiendo en la barroca estancia con su habitual halo de glamour y elegancia natural, susurrándonos la frase mencionada y trepando por lo que parece ser una cuerda de seda. Aunque sublime, sin duda no ha podido superar el anterior comercial grabado en 2011. Por hoy, es todo.

© Jean Baptiste Mondino
© Jean Baptiste Mondino
© Jean Baptiste Mondino
© Jean Baptiste Mondino
© Jean Baptiste Mondino

© JESÚS GUERRERO VÁZQUEZ

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miércoles, 10 de septiembre de 2014

Mr. and Mrs. French

Atónitos. Así nos quedamos todos al ver la fotografía publicada por la gran, única e inigualable Ashley Tisdale anunciando su reciente e inesperada boda con el también cantante Christopher French.

@ashleytisdale (Instagram)

Líder y vocalista de Annie Automatic, se declaró a nuestra diva nada menos que en el piso 103 del Empire State de Nueva York durante el mes de agosto de 2013, dando lugar a la boda íntima e idílicamente discreta que tuvo lugar el pasado 8 de septiembre. Ataviada con un sencillo y vaporoso vestido blanco prescindiendo del tradicional aunque aburrido velo, lució su ondulada melena rubia con una original corona a base de flores.

Como no podía ser menos, pasó su gran día rodeada de la gente a la que más aprecia, por lo que Vanessa Hudgens no podía faltar. Amiguísimas desde que compitieran por Troy Bolton en la trilogía High School Musical como Sharpay Evans y Gabriella Montez, sin lugar a dudas no podría haber tenido una mejor dama de honor a excepción de su hermana Jennifer. Llevada a cabo según su propia cuenta de Instagram en Villa Sevillano, un lugar destinado a la realización de bodas de lujo en pleno corazón de Santa Bárbara, California.

@ashleytisdale (Instagram)
@ashleytisdale (Instagram)

Tras estos acontecimientos Ashley se muestra más que feliz en sus diversas redes sociales, demostrándonos que sus pasadas fotografías mostrando el gran anillo de compromiso que portaba desde un año atrás eran las señales más elegantes que podía darle a sus incontables seguidores acerca de su inminente boda. Sin más, ¡enhorabuena!

@ashleytisdale (Instagram)

© JESÚS GUERRERO VÁZQUEZ

martes, 22 de julio de 2014

YSL y otras cosas

Son muchas cosas las que han sucedido en la vida del autor de este humilde blog -es decir, yo- en el transcurso de las últimas semanas, todas buenas, si se me permite decir. Tras concluir con una etapa tan importante y desalentadora como ha sido mi paso por el instituto estos últimos años, ahora es tiempo de recuperar todo lo perdido y a su vez enriquecer todo lo aprendido en esta nueva etapa que comienza, no sin antes echar la vista hacia atrás y darle ese toque de vida que no he podido darle últimamente a estas páginas que tanto me han aportado. Sin darnos cuenta pero atentamente y sin querer pero queriendo han pasado dos años desde aquel 15 de julio de 2012 en que un atolondrado estudiante decidiera fundar por fin estas líneas repletas de pensamientos. Porque sí, sin más. Han sido muchos los eventos que he procurado comentar desde la incapacidad de una simple pantalla de ordenador con miles de fotografías que seleccionar y muchos más los que por motivos académicos he tenido que ignorar, lo importante es que cada vez que vuelvo lo hago con más determinación que la vez anterior. 

Hoy no he venido solo a escribir sobre mí, vengo a hablaros un poco del pasado, de divas, genios y cosas sin sentido. ¿Alguien recuerda aquel primitivo reportaje sobre uno de mis diseñadores predilectos? Yves Saint Laurent era su nombre. Bien, tras un apoteósico aunque polémico estreno de una de las dos películas sobre su vida el pasado mes de mayo en el festival de Cannes -sí, porque está de moda eso de hacer dos o tres películas sobre lo mismo una vez al año, así funciona el mundo- hoy me apetece hablaros del inminente estreno en España de dicho largometraje

Como ya comenté hace un par de años, y si no lo repito nuevamente, Yves Saint Laurent fue y será siempre un genio de la moda aunque su carácter depresivo y complicado hicieron de él una persona bastante infeliz en algunos momentos de su exitosa existencia. Dirigida por Jalil Lespert con la colaboración directa de Pierre Bergé -cofundador de la casa y pareja del difundo modisto por medio siglo- y lo que ello supone. Representado mediante el actor Pierre Niney, la película se centra entre los 50's y 70's, comenzando con la andadura del diseñador a cargo de la Maison Dior tras el fallecimiento de su fundador, Christian Dior -del cual hablaremos en otra ocasión-, y concluyendo en 1976 con la presentación de la mundialmente conocida Colección Rusa. Será un honor escribir mi habitual comentario sobre lo que promete ser una pieza de coleccionista en el mundo de la moda por obra y gracia de uno de mis genios personales. Por hoy, es todo.


© JESÚS GUERRERO VÁZQUEZ

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lunes, 19 de mayo de 2014

CARTIER

Cuando alguien conoce profundamente la oscuridad que se puede experimentar de la nada aunque por todo y sin querer pero queriendo, pocas veces podemos llegar a pensar que la luz volverá a invadir nuestras vidas de un momento a otro. Hace algunos años, los suficientes como para valorar el cambio y en un momento así, del modo más inesperado comenzó mi vieja amistad con la persona por la cual llevo a cabo este relato. Esta entrañable persona fue capaz de darme la luz que tanto ansiaba en aquellos ratos de ansiedad por vivir y desechar la oscuridad que tanto nos puede atormentar.  
Es por ella que estoy aquí ya que fue la gran impulsora en la creación de este blog, inspiración de sabiduría e inagotable fuente de elegancia, y por ella -amante empedernida de Cartier- ahondaremos en los logros de esta inigualable firma para una inigualable mujer.

El comienzo de esta historia se da lugar en el lejano París de mediados del siglo XIV, cuando el twerking aún no se planteaba ni en las más desprestigiadas mentes. Un desconocido Louis Cartier se hacía cargo del pequeño taller de Adolphe Picard sin el menor augurio de lo que sus hijos conseguirían con su apellido años más tarde. Mucho tiempo después, allá por 1899, la maison se traslada bastante cerca de la Place Vendôme -la cual años después inspiraría la forma de Chanel Nº5, aunque de esa historia hablaremos en otra ocasión-. Es allí, en la Rue de la Paix, donde grandes personalidades de todo el planeta se rindieron ante la cultura y el arte que residía y reside en las joyas de esta excepcional casa. El señor Cartier mantuvo la responsabilidad de la marca parisina además de encargarse de los diseños más elaborados e icónicos, como el Mystery clock -llamado así debido a su mecanismo oculto-, siendo de los más creativos y emprendedores de la época. Creador de la talla baguette, fue el primer joyero en montar diamantes sobre platino en lugar de en oro, buscando inspiración en diversos y exóticos lugares que le facilitaron el acceso a clientes de muy alto nivel para los que creó piezas rematadamente únicas.


Corría el año 1904 cuando un amigo del artista, el aviador Alberto Santos, le comentó al joyero sobre la dificultad a la hora de cronometrar sus vuelos a la vez que pilotaba puesto que no podía estar pendiente a su reloj de bolsillo. De este modo nació el icónico modelo Santos-Dumont, siendo el primer reloj de pulsera masculino de caja cuadrada. Aunque fue un gran logro, tras esto se introdujeron los modelos Baignoire y Tortue en el año 1912, siguiendo actualmente en producción junto con el modelo Tank, inspirado en el tanque Renault. El resultado de su aclamado talento dio lugar a su expansión internacional a principios del siglo XX con sucursales en las principales zonas de Londres y Nueva York. Calificado por Eduardo VII de Inglaterra como joyero de reyes y rey de los joyerosfue el encargado de crear incontables piezas de joyería para diversas casas reales del continente europeo y más aún para distintos majarás de la India

Elizabeth Taylor

Aunque dejando un poco de lado la historia, que nunca termina de entretener a nadie, ¿alguien se ha preguntado por qué motivo es una pantera el emblema más reconocible de la casa? Yo sí. La respuesta a mi pregunta se halla en un nombre: Jeanne Toussaint. Su directora creativa de alta joyería desde 1933 más premiada en la larga historia de la firma, la figura que aportó el toque de lujo necesario para alcanzar el éxito más vertiginoso. Apodada como "la pantera" por su acalarodado temperamento y su amor por la mencionada especie hizo del elegante felino el emblema de Cartier, consolidándose entre los 30's y los 40's hasta seguir siendo el icono presente en la actualidad. Gracias al citado talento de Mademoiselle Toussaint, conocemos al Cartier evocador y exótico que llega hasta nuestros días tras ser la heredera del imperio que el joyero fundador, Louis Cartier, dejó como legado al morir.

Mademoisselle Toussant

Para terminar esta primera parte de la breve review de esta apasionante firma, una pieza que mi homenajeada conoce muy bien: el brazalete Love, creado en 1970 por primera vez en Cartier New York -del cual veremos mucho más en mi próxima entrega-.

Antes de concluír debo agradecer a mi colega, el también blogger y autor de MR CREATIVITY, por colaborar por primera vez con BOY OF CALZONES COLORAOS en esta entrega tan especial. Por hoy, es todo.

© JESÚS GUERRERO VÁZQUEZ & CARLOS VICENTE GONZÁLEZ
Fotografías: © Cartier

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