lunes, 3 de diciembre de 2012

PELUQUERÍA

Podría escribir hasta aburrirme sobre lo que significa la palabra “peluquería”, sin embargo no podría describir el ciclo formativo que a día de hoy realizo sin que mis lectores sepan lo que significa. Para aquella persona ajena e ignorante -las cuales hay por doquier-, la peluquería es quizás una de las profesiones más fáciles, tristes e insignificantes que puedan existir, sin embargo no saben que su imagen sin ella se vería reducida a cenizas. Este tipo de personas cree que ser peluquero no es más que lavar cabellos, teñir o peinar a la primera clienta que entre por nuestra puerta, sin tener en cuenta todo el contenido que abarca, la elegancia que se debe alcanzar para ser respetado y sobre todo, que para llegar a tal puesto no eres nadie si careces de pasión por dicha maestría.

Llegados a este punto, podría describir dicha profesión como el arte de transformar, mejorar o incluso rehabilitar el cabello de una persona, en cuyo caso sería una clienta que paga por la calidad de nuestro servicio, puesto que nadie acude a un salón de peluquería pudiendo servirse a sí misma en la intimidad de su domicilio. Comparar peluquería con arte podría ser confuso o quizás desequilibrado, pero las personas que aman este mundo saben que la cabellera a tratar es su lienzo y sus manos son su único pincel.

Como mencioné en el párrafo anterior, no puedes realizar un recogido sublime, una higiene capilar perfecta o un color único si no tienes verdadera pasión por lo que realizas, sería como intentar escribir esta redacción con un bolígrafo sin tinta. De eso se trata lo que a esta profesión se refiere. Desde el primer día de clase se debe tener muy claro que para ser un artista de la peluquería y llegar a ser alguien, debes labrar tu nombre y trabajar minuciosamente para no defraudar a tu clientela, puesto que un artista sin nombre es un artista sin futuro.

martes, 20 de noviembre de 2012

Tiffany's Christmas

La frialdad del otoño no ha tardado en llegar este año, las hojas caen de los árboles y Zara sigue sin traer algo interesante que adquirir en esta triste e incesante ciudad.

Estamos a 20 de noviembre y como todo el mundo sabe, la Navidad está a punto de llegar. Esa época en la que todo son compras, luces, arbolitos XXL cutremente decorados e infinidad de cosas más, pero sobre todo para compartir momentos de amistad, familiaridad e incluso compromiso. Así lo ven desde Tiffany & Co. -Tiffany's para los amigos-, donde nos muestran la más sofisticada de las propuestas para una Navidad muy Tiffany. Desde su mítica cajita azul hasta los adornos del árbol, todo irradiante de elegancia en su característico tono -uno de mis favoritos-, desde la Quinta Avenida de Nueva York. Por hoy, es todo.

lunes, 29 de octubre de 2012

"Once upon a dream"; elegancia de cuento. (Harrods Magazine, November 2012)

Adorable Blancanieves, colorida y deslumbrante, por Óscar de la Renta.

Princesa Aurora, resucitada para portar esta pieza exclusiva de Elie Saab.

Inconfundible Cenicienta, preparada para su enlace real de la mano de Donatella Versace.

Peligrosa Pocahontas gracias al más salvaje diseñador, Roberto Cavalli.

Princesita Ariel, ¿abandonas las aguas por Éric o por tu exclusivo vestido de Marchesa?

Cálido y bronceado vestido de Bella, por obra y gracia de Valentino.

Renovada Jasmín, ni el sultán te reconocería con ese traje de Escada.

Inolvidable Mulán, por Missoni.

¿Rapunzel? Pediría que dejaras caer tu cabello, pero prefiero pedirte que recortes esas puntas. Por Jenny Packham.

Recién llegada Tiana, por Ralph & Russo.

lunes, 15 de octubre de 2012

It's TIME...

Son tantas las cosas que quisiera escribir en tí que me falta la elegancia suficiente para poder plasmar tal cantidad de ideas de manera coherente. Durante más de un mes he querido volver, pero hay cambios en mi vida que aunque enfoquen mi camino mínimamente hacia el backstage no me lo han permitido.

Cambiar parece un verbo muy fácil de llevar a cabo, pero son mucho más que siete letras bien combinadas; cambiar es, por ejemplo, lo que ha empujado a una estrella de la talla de Christina Aguilera a disfrazarse como una burda choni de barrio en su último videoclip para acaparar la atención de un triste público en el cual me incluyo. Es quizás no triste pero sí bastante decepcionante, ver a la que surgió de un cruce entre Grace Kelly y Marilyn Monroe, en algo que parece sacado de Jersey Shore.

Sea como sea, seguiré admirándola cuando el animal print deje de estar de moda. Por otro lado, no todo son mallas ajustadas hasta el intestino ni tacones horteras del todo a cien; el otoño es una época de cambio en la que las hojas caen elegantemente de los árboles y Zara está a reventar gracias a las divinidades del tito Amancio, en Bershka solo falta que te pongan el cubata para acompañar la canción y los murales publicitarios de H&M hacen que Lana del Rey sea capaz de arrancarte un ojo cual cuervo hambriento con sus descomulanes garras con tan solo mirarte.

Desde Tommy Hilfiger nos proponen un otoño campestre pero con la clase suficiente para no mancharnos de barro hasta el cuello, mientras que los italianos Dolce & Gabanna presentan en el número de octubre de la gran VOGUE -en mayúscula- su colección haute couture, aunque tuvieran su gran pase de moda el pasado mes de julio ante la atenta y crítica mirada de personalidades como Anna Wintour.

Señorial toque inglés para todos los públicos y vestidos sacados de cuentos por Dolce & Gabanna en su primera colección de alta costura, y como si de una bronceadísima princesa de cuento se tratara, aparece la top Bianca Balti luciendo dicha colección en Vogue Octubre; como mi amigo Porcelana diría, chapó por élla.